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Al seguirle la pista al “Ceviche”, fuente que caracteriza el centro de Cancún y nos identifica como ciudad, resulta interesante ver su radical transformación de lo que era antes y en lo que se convirtió. Todo comenzó en 1981 con la Cumbre Norte-Sur y la idea de conmemorar el evento con un monumento a cargo de la escultora neoyorquina Lorraine Pinto.

 

Cumbre Norte-Sur

La renombrada artista se inspiró en  el templo Maya Xpujil, la diosa Ixchel, los puntos cardinales y los cuatro elementos combinándolos de una forma muy particular sobre una doble estructura de acero, la cual cambiaba de forma a medida que el observador cambiaba de posición. Remataba con las 22 banderas representativas de los países que asistían a la cumbre.

Monumento a la Cumbre Norte-Sur

 

25 Aniversario

Con el tiempo, la falta de presupuesto para su mantenimiento hizo que poco a poco este monumento decayera y lo que acabo con él casi por completo, fue el paso del huracán Gilberto en 1988; no obstante, en 1993 Lorraine Pinto recibe el encargo de remodelar la fuente, esta vez deben estar presentes los caracoles, conchas y la estrella de mar para celebrar el 25 aniversario de la ciudad.

El Ceviche. 25 Aniversario

 

El Ceviche, ícono de la ciudad

La escultora hizo el diseño; no obstante, varias complicaciones impidieron que estuviera presente en la colocación de las figuras, así pues, los cuatro caracoles en los puntos cardinales están de cabeza y no en espiral para simbolizar abundancia y bienestar, mas esto no impide que el Monumento Caracoles y Estrellas de Mar siga cautivándonos con su genuina belleza.

Cariñosamente bautizado por el pueblo como “El ceviche”, esta fuente  ha sido testigo de los grandes cambios ocurridos en Cancún, desde los trazos de sus primeras calles rodeadas por el espesor de la selva hasta convertirse en un destino internacional por excelencia y líder en Latinoamérica.

Celebrando en el Ceviche