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El Segundo Encuentro Maya Tibetano se llevó a cabo del 12 al 16 de septiembre en Hacienda Tres Ríos, prestigioso resort de la Riviera Maya.

Encuentro Maya Tibetano

En este evento se unen dos culturas distintas compartiendo  un  profundo conocimiento espiritual, las dos culturas ven al mundo como un lugar siempre cambiante, siempre en movimiento incluso algo que nosotros vemos como caos, ellos lo ven con armonía. Para los mayas, la muerte es un ciclo solo un cambio de mundos y consideran al corazón como la parte más importante del hombre pues ahí es donde se instala el alma. Los monjes tibetanos, que profesan el budismo, ven causa y efecto, ven un mundo siempre en movimiento, nada se destruye solo cambia, se transforma.

“La verdadera felicidad, la felicidad que perdura, no viene de lo que tomamos del mundo, viene de lo que nosotros aportamos a él, es un estado mental, es una conquista que podemos actualizar día a día, a través de reconocer el valor de la vida, hacer presente nuestra estancia en la vida, a través de celebrar momento a momento esta maravillosa aventura que es estar aquí…” Tony Karam, conferencista del Segundo Encuentro Maya Tibet 2012.

Entre las personalidades que asistieron al evento están Valentino Lanús, quien mostró su lado espiritual, recibió las sanaciones y bendiciones de los monjes, fue a las conferencias y meditó junto con los asistentes. Tambien el actor Ferdinando Valencia se dejo ver en el evento, disfrutando de los placeres del hotel.

Ferdinando Valencia

Uno de los momentos mas interesantes del encuentro es la elaboración del Mandala, que es un diagrama con representaciones simbólicas muy complejas y un minucioso detalle hechos con arena. Los monjes trabajaron 8 horas al día durante los 5 dias del evento para terminarlo y justo cuando acaban, ¡realizan una ceremonia para destruirlo!. Esto simboliza que todo es temporal, todo se transforma, no importa si es muy bello (o feo) se termina, y apegarnos a algo efímero trae sufrimiento. Después de la ceremonia reparten la arena a los presentes como una bendición y sanación.